Familia apostólica

La aventura de la caridad del Cottolengo y toda nuestra historia como hermanas del Cottolengo son un testimonio vivo de la misericordia del Padre, un signo de su cercanía y bondad, un compromiso para que continuemos esta “epifanía” de la Caridad de Cristo en nuestra breve historia proyectada hacia el futuro.

Cristo es el autor de nuestra vocación, el centro y la razón de nuestra vida. La Palabra de Dios, que resuena para nosotros en la historia a través de la obra de nuestro Fundador, nos envía a los pobres, colocándonos junto a ellos como hermanas y madres. Con audacia profética, impulsados por el amor de Cristo que hemos experimentado en nosotros mismos, con sencillez y alegría nos hacemos instrumentos de la Divina Providencia, dando testimonio al mundo de que Dios es Padre.

Cada grito de dolor, cada voz que pide ayuda, que pide consuelo para el cuerpo y el espíritu, tiene su eco en nuestros corazones de Hermanas Cotolongas. Impulsados por el fuego de la caridad de Cristo, hacemos nuestros los sufrimientos de nuestros hermanos y nos apresuramos a aliviar, consolar y dar esperanza, devolviendo el amor recibido como amor gratuito.

Nuestra Familia está formada por miembros de diferentes nacionalidades y culturas, y estamos presentes en 4 continentes: Europa, África, Asia y Sudamérica, y Norteamérica.